I want to make everything right


but first I need to know if what I'm doing is the right thing 

Dos camas



As if we never said goodbye.

No existe tragedia más grande que abandonar algo, que sea importante para nosotros, ósea dejar de hacer, sentir, decir o pensar por motivos que pueden o no parecer más importantes de lo que son. Quizás, dentro de este de concepto, la más grande las tragedias es la de negarse a amar a alguien, de prohibirse la posibilidad de tener algo que pueda cambiar remecer los cimientos de tus creencias y personalidad. 

Toda persona, desde la más pobre hasta la más rica tiene una cama, no importa si es de cartón, de complicados materiales, si se le esta saliendo un resorte o si ya empieza a hacer mucho ruido antes de dormir, todos tenemos una. Y es en este espacio, esta clase de universo personal en el cual todos hemos encerrados a nuestros fantasmas y nuestros sueños a la vez en una suerte de arena romana en la cual pelean todas las noches y mañanas para decidir quién predominara en nuestra mente. 

¿Cómo se combinan estos dos aspectos? Es sencillo, la tragedia más grande siempre ocurrirá en los espacios mas personales, mas privados o más significativos, así que tarde o temprano se desliza hasta la cama, cae sobre cada uno de nosotros una serie de preguntas sin respuestas o con respuestas demasiado complicadas e innecesarias que no buscaran mas que atormentar el cerebro y la conciencia de quien ilusamente intenta responderlas. 

Y es que, las camas, sea cual sea su clase, se han hecho para ser compartidas, disfrutadas, bañadas en esencias mezcladas que terminen por convertirlas en un paraíso donde los sueños y fantasmas se entrelacen entre ellos hasta quedar en un silencio mortal. Y claro, la tragedia se identifica aun más cuando en dos camas vacías, separadas por el espacio, el tiempo y la estupidez, a dos personas les hace falta el sentir el calor de alguien específico e intoxicarse con esa esencia que el otro guarda. Pero por algún motivo, racional o no, se niegan a dar el paso. 

El espacio, el tiempo y el dinero siempre serán problemas, pero más grande, mas indomable que ellos siempre existirá el temor humano, la aparente necesidad de hacer las cosas mas difíciles y dolorosas en el nombre de una incierta moral, de la duda existencial, de los conceptos negados a romper o en mi caso especifico de los compromisos innecesarios a reglas que uno mismo se impone y que nunca llega a cuestionar realmente. 

Finalmente, todo lo dicho no es para que cada una de las personas que me ha leído intente analizar los cómos y porque de sus tragedias y guerras personales. Es para que dejen de ser exactamente el problema que no reconocen ser o tener, para que se armen de valor y tomen uno o dos riesgos con respecto a sus vidas o relaciones. Muchas veces el hecho de que un resultado sea incierto es lo que hace que el hecho de arriesgar las cosas sea mucho más reconfortante, por que sea negativo o positivo el efecto, siempre se producirá un cambio aunque sea mínimo en nuestra vida vida, los espacios personales, las prioridades y si todo sale bien, en ese pequeño universo privado que es la cama. 

Esta noche solo queda esperar al momento en el cual cambies de opinión y al menos te lleves mi nombre en los labios antes de ir a dormir.