Te busque desde que te fuiste. No te encontré en ningún lugar. Pensé escuchar tu voz en la puerta de mi habitación. Creí ver tu reflejo caminando en las mismas calles que yo. No eras tú. Estabas en todas partes, en la boca de los demás, en mi memoria, en el centro de mi corazón, en una lata de Coca Cola a medio terminar, en mis cigarros que buscaban llegar hacia ti. Estabas en mi mente, desde la mañana hasta el anochecer, te busque en el cuerpo de alguien más pero no te encontré, busque tus palabras, pero no te pude entender, no entraba en mi cabeza o mi corazón las razones por las cuales ya no estabas aquí.
Camine por malecones vacios, estabas en el mar, y no te podía encontrar, estabas en el viento de verano que jugaba con mi cabello, estabas en imágenes que me recordaban a lo que fue y nunca debió dejar de ser, estabas en el color purpura que tanto te gustaba, en el rojo de mi sangre que me movía, en el azul que me recordaba tus paredes, en el verde de tu bandera, en el blanco de una página en blanco, esperando un correo tuyo, en el negro de la ceniza en mis pies, en el naranja del peluche con el que dormías, estabas en todas partes, menos aquí, junto a mí.
Te quise encontrar en labios ajenos, pero el vacio seguía allí. Mi habitación aun tenía un espacio guardado solo para ti. Jugaba a las escondidas con mis sentimientos por ti, un día los aceptaba y buscaba con desesperación, al otro solo quería correr de ellos y ocultarme lejos. Me hundí entre mis inseguridades, miedos, desesperación y furia. Di vueltas buscando una línea, una señal en la que estuviera una parte de lo que tuvimos, de lo que tanto anhelaba.
En el momento en que mi cabeza y mi corazón se dieron por vencidos, entre el humo de los cigarros y el dolor de cabeza, pensé en guardar para siempre las esperanzas de volver a verte. La culpa y la tristeza serian las cadenas con las cual aseguraría dejar atrás todo lo que tenía que decir. Con la cabeza mirando al piso y los ojos cerrados creí que era un buen momento para prenderle fuego a todo.
Y cuando deje de buscarte te encontré. Estabas en todas partes y ahora estabas aquí, junto a mí, rompiendo las ventanas y recordándome que aun existía algo por hacer. Estas en todas partes y ahora estas aquí, para mí. Es mi turno de llegar a todas partes y lograr estar junto a ti, de reparar cada una de las cosas que se rompieron en el camino. Ya no importa nada mas. Te amo mas de lo que puedo describir, ahora sin cadenas y sin miedos te lo puedo decir, sigues en todas partes, y ya estas donde siempre debiste estar, a mi lado.
Camine por malecones vacios, estabas en el mar, y no te podía encontrar, estabas en el viento de verano que jugaba con mi cabello, estabas en imágenes que me recordaban a lo que fue y nunca debió dejar de ser, estabas en el color purpura que tanto te gustaba, en el rojo de mi sangre que me movía, en el azul que me recordaba tus paredes, en el verde de tu bandera, en el blanco de una página en blanco, esperando un correo tuyo, en el negro de la ceniza en mis pies, en el naranja del peluche con el que dormías, estabas en todas partes, menos aquí, junto a mí.
Te quise encontrar en labios ajenos, pero el vacio seguía allí. Mi habitación aun tenía un espacio guardado solo para ti. Jugaba a las escondidas con mis sentimientos por ti, un día los aceptaba y buscaba con desesperación, al otro solo quería correr de ellos y ocultarme lejos. Me hundí entre mis inseguridades, miedos, desesperación y furia. Di vueltas buscando una línea, una señal en la que estuviera una parte de lo que tuvimos, de lo que tanto anhelaba.
En el momento en que mi cabeza y mi corazón se dieron por vencidos, entre el humo de los cigarros y el dolor de cabeza, pensé en guardar para siempre las esperanzas de volver a verte. La culpa y la tristeza serian las cadenas con las cual aseguraría dejar atrás todo lo que tenía que decir. Con la cabeza mirando al piso y los ojos cerrados creí que era un buen momento para prenderle fuego a todo.
Y cuando deje de buscarte te encontré. Estabas en todas partes y ahora estabas aquí, junto a mí, rompiendo las ventanas y recordándome que aun existía algo por hacer. Estas en todas partes y ahora estas aquí, para mí. Es mi turno de llegar a todas partes y lograr estar junto a ti, de reparar cada una de las cosas que se rompieron en el camino. Ya no importa nada mas. Te amo mas de lo que puedo describir, ahora sin cadenas y sin miedos te lo puedo decir, sigues en todas partes, y ya estas donde siempre debiste estar, a mi lado.
0 repercuciones:
Publicar un comentario