Fast Forward


I hear you're asking all around 
If I am anywhere to be found 
But I have grown too strong 
To ever fall back in your arms 
And I learned to live, half-alive
Jar of Hearts - Christina Perri 



Es muy poco el tiempo que ha pasado desde el ultimo adiós, que fue más bien un silencio incomodo donde nadie dijo nada pero se sobre entendió todo. No ha pasado ni siquiera un mes desde que tuve que bajar la cabeza y aceptar que no podía seguir peleando la misma guerra. No sé si ha sido muy rápido o si me he tardado demasiado, pero lanzar esa carga al vacio me ha dado un sentimiento de estabilidad que, la verdad, no parece propio. De hecho, a veces pienso que no es mi vida la que estoy viviendo, que no soy yo el que tiene a alguien que lo cuide y bese su cuello, que no soy yo quien ahora trabaja en una oficina y tiene todas las libertades para crear o modificar sus proyectos.

Y entonces estoy aquí, sentado en una oficina un miércoles 25 de mayo, pensando cómo es posible que hace un año estaba esperando lo peor, hace un año estaba engañándome de nuevo con el mismo cuento de siempre. Hace 6 meses estaba empezando a trabajar con la esperanza de recuperar lo perdido. Hace un mes aun confiaba en que todo se repararía, hace 3 semanas esperaba a que alguien viniera a mi trabajo para ir a comer y creía que era el adecuado, hace 1 semana me daría cuenta de que no lo era, hace 3 días me besaba con mi novio antes de acostarnos para despertar juntos y mirarlo a los ojos sintiendo que todo estaría bien.

Todo ha pasado tan rápido, y si alguien me preguntara si me arrepiento, pues diría que no, que no me arrepiento de nada, quizás si de dejar que el tiempo me revolcara mientras intentaba salir de la rutina, quizás el sentir que me tarde demasiado es una de las pocas cosas que me hacen sentir que hay algunas cosas que debí solucionar antes, o quizás es sentir que no merezco ni la mitad de lo que está pasando.


¿Tengo remordimientos? Quizás de no haber intentando solucionar las cosas o de no haber sido un poco mas paciente, de no quedarme en el momento incomodo, pero con el dolor de mi alma tuve que irme, tenía que alejarme, no porque no pudiera soportar la situación por más tiempo, sino porque sabía que si me quedaba más, si bajaba la guardia nuevamente el ciclo interminable comenzaría de nuevo. Quizás mi remordimiento más grande es no ser parte de su vida cuando, yo creí que me necesitaba. Aunque en realidad, creo que no me necesitaba y son todos delirios de grandeza que nadie puede confirmar.

¿Y ahora qué? Ahora viene el desafío de querer ser estable la complicada lucha por el control de los objetivos, y la purga, de ideas de fantasmas, de los nuevos y los viejos. Al parecer, por un acto reflejo, encontré a alguien que tenia las mismas características y defectos que él, erróneamente me fije en esta persona ¿Me arrepiento? No, la verdad no. Creo que ser utilizado como proceso de transición entre el quiebre y la estabilidad me sirvió para darme cuenta que no quiero que nadie pase por eso, para darme cuenta que tener miedo a equivocarme y privarme de hacer cosas por miedo al futuro es ridículo y sobre todo, muy común en mi forma de ser.

Así que, elegí equivocarme sobre la marcha antes de no equivocarme. Le he dado una oportunidad a una de las personas más curiosas que he conocido. No es tangencialmente opuesto a mí, pero es de ese tipo de historias que son, cuando menos curiosas ¿Por qué alguien que no necesita más problemas en su vida escoge a alguien medianamente dañado? ¿Por qué tomar el riesgo con alguien que aun no termina de salir del agujero en el que se escondió de la vida? Yo no lo sé, y es una de las cosas que me gusta. No entenderlo, no saber, no comprender, no sentirme ligado a un estándar y por ende tener la libertad de intentar, errar, fallar, triunfar o todo a la vez, ese sentimiento cálido de sentir que no importa si te equivocas, sino que importa lo que sientes, lo que disfrutas, lo que creas.


No es solo eso lo que me gustan, son los besos, es la libertad, es sentir otra piel junto a la mía y el aire que escapa de mi ser siendo parte de otro ser. Es el sentir que luego de mucho tiempo hay mas que solo problemas en el horizonte. Me gusta la confianza que ha depositado en mi la gente con la que trabajo y la gente para la que trabajo, me satisface de sobremanera haber hecho una purga entre mis contactos y amigos para empezar de nuevo. Es cierto que me he sentido muy solo y perdido durante muchos meses, pero ahora es como si todo empezara de nuevo, y no termino de creerlo, al menos no aun.

Yo no creo que el tiempo ayude a olvidar, esperemos que ayude a entender, a mi, a mi ex, al chico con el que salgo, al chico que me gustaba y me dejo en el aire, a las personas, y a sobre todo a lo que quiero.

I was once the number one.


But I'm no longer part of the equation.

Ambos lados







Es sencillo. No estoy seguro de nada.

Hoy es uno de esos martes en los que se supone debería estar trabajando más fuerte y más duro que el resto del días, mi repleta bandeja de pendientes me clama que busque el tiempo para resolver el gran numero de pendientes que tengo, pero no puedo.

Estoy en dos lados a la vez. En este instante estoy depositado sobre la incómoda silla que está en mi escritorio marrón. Con vista al jardín delantero, las persianas, algunas palomas y un pedazo de cielo medianamente apático. Pero no quiero estar aquí, quiero estar en otro lado ¿Haciendo qué? , pues al parecer nada.

Mientras tanto, otra de parte de mi, imagino que la más divertida, tiene ganas de estar jugando esa cantidad de juegos Online que he instalado y a los que me subscrito en estos últimos días. Tiene ganas de hacer planes que nos dejaran en el estado más grande de miseria pero nos dará la oportunidad, o oportunidades, de cambiar el panorama actual, o por lo menos hacer de cuenta de que es posible cambiarlo, siquiera fingir que existe la posibilidad.

Pero no, la verdad es que estoy aquí haciendo algo que siento que debía hacer hace días, escribir, escribir y quitarme el peso del estomago y la garganta, estallar en algún lugar donde nadie me diga si es correcto o no, vomitar todo el resentimiento mezclado con nervios que empezó a aglomerarse en mi estomago hace unos días. Todo está saliendo bien, pero nada está bien y entonces, caemos en una contradicción terrible que no hace más que confirmar que al parecer no puedo ocupar una posición por mucho tiempo.

Laboralmente existe la posibilidad, vibrante, interesante, hasta en cierto punto desafiante de tomar nuevos proyectos. Se ha dado luz verde a ideas que, originalmente, no hubiera considerado posibles en este entorno laboral, y eso es bueno y malo. Es bueno porque mi desarrollo profesional y toda esa mierda se verán beneficiados. Es malo porque el dinero sigue siendo un problema y mi lado sínico me obliga a creer que es explotación. Es malo también porque no puedo concentrarme de verdad, porque no puedo centrarme en hacer los informes o planear temas de Comunicación cuando mi mente es devorada, masticada, regurgitada y escupida por el parasito de la duda pegado a mi corteza cerebral



Académicamente, por algún motivo, todos los trabajos y prácticas que he presentado, aun que no les he puesto empeño, han salido favorablemente bien, por otra parte se han abierto aun más posibilidades para el que hacer luego de que la carrera termina y finalmente se han colocado en bandeja las oportunidades para demostrar que mi sucia mente puede producir cosas creativos. Esto, como era de esperarse es contraproducente.

Es positivo porque en realidad me he salvado de muchas y he demostrado mi habilidad en otras, pero lo malo es que, siento que para muchas pude hacer algo mejor o bueno, en el caso del curso en el que más me intereso es el curso en el que peor me fue durante la primera evaluación. ¿Y por que pasa esto? Porque sigo pensando en las mismas ridiculeces de siempre. En quienes, en comos, en qué, y sobre todo y más que nada en ¿Por qué? Y entonces reniego de lo que hago porque no es lo que me pone vivo y cuando hago lo que me gusta no siento que haga lo que debería estar haciendo.

Sentimentalmente existen las posibilidades, claro en realidad no son tantas ni tan correctas como deberían. pero estoy seguro de tome la decisión que tome lo más probable es que termine arruinando lo que intento demostrar, es decir, que puedo seguir adelante sin volverme loco por las cosas que hago.

Por un lado quiero ser el mejor amante, el más práctico para seducir. Soy bastante bueno en lo que hago sobre todo cuando lo que hago tiene que ver con seducir a alguien, quiero empezar de nuevo y empezar ya mismo, sentir que valgo la pena para alguien más y que existe una serie de conexiones que me alejen de mi constante frustración. Pero por otro lado esta ese temor innecesario de no saber qué es lo correcto de sentir que quizás no estoy, y nunca este preparado para salir de la jaula en la que me han encerrado por la fuerza los residuos de moralidad y autoestima que me quedaba, por que desde esa jaula no se puede o no se quiere seducir a nadie, no hay motivación ni interés en verse o sentirse bien.

Y entonces ¿Ahora qué? ¿Qué lado va a prevalecer? Ese es el problema, los lados positivos y negativos se seguirán peleando entre ellos hasta asfixiarme. Como una lucha coreografiada a veces gana uno y a veces pierden muchos A veces simplemente no gana nadie, como en las guerras y masacres reales. Quizás es de aquí de donde nace ese temor e inseguridad frente al cambio a lo inesperado y es probablemente lo que necesito superar

Desde este punto en adelante no existe ninguna certeza. Solo existen oportunidades. Ambos lados en combate una vez más a ver quién es el que consigue la licitación para amoldar el camino por el que iré esta vez. Lo único que puedo hacer es caminar y caminar, por que equivocarse es aceptable, pero detenerse por mas tiempo, no.