No me considero una persona joven. Tengo 19 años, pero mi mente se siente vieja, como si hubiera pasado más de dos décadas sobre la tierra, como si ya hubiera vivido más de lo que debería. Mi corazón se siente como si fuera el de un anciano, como si ya no necesitara vivir más emociones fuertes o divertirme estrepitosamente, como si la emoción fuera algo innecesario y molesto.

Vivo una sucesión de hechos distintos, todos dejados en manos de las posibilidades y probabilidades. Trato de modificar todos los días un pequeño aspecto de lo que vivo. Nunca me visto igual dos veces en una semana, nunca escucho las mismas canciones en el mismo orden, evito comer lo mismo durante dos días seguidos, trato de caminar por veredas diferentes zigzagueando entre árboles y gente para no aburrirme, aun así me considero una persona aburrida y sencilla, no porque no sepa divertirme, sino porque ya me divertí lo suficiente, y no tengo intención de divertirme más. Me pesan demasiado mis responsabilidades, pero cumplo de todas maneras a regañadientes algo tarde y desordenadamente, pero siempre las cumplo, adoro arriesgarme y tomar riesgos (algunos innecesarios a veces) porque me gusta tener un objetivo siempre .

Mi manera de divertirme también es complicada. No bailo ni tomo, pero si fumo, porque me tranquiliza y me ayuda a olvidar el porque estoy fumando, canto aunque tengo una voz fea, pero amo la música más que a nada en mi vida, es parte integral de todo lo que hago, de canción en canción me deslizo por la vida. Adoro quedarme en mi casa en una tarde de un fin de semana, leyendo comics o noticias, escuchando música y jugando videojuegos (Que en teoría, son ilegales), escribiendo cuando tengo la posibilidad de hacerlo y viviendo en mi pequeño aislamiento.

Soy una persona cansada y aburrida, pero en mi pequeño universo, que se mantiene aislado del resto, estoy satisfecho.