Quiero ser bueno. Quiero ser más amable y menos criticón. Quiero tratar de ser más cariñoso. Quiero tener más aprecio por la vida. ¿Pero en realidad quiero todo esto para mí? Quiero hacerlo feliz. Quiero que ellos también sean felices. Quiero ser un poco más que la cuerda de emergencia. Hago o intento hacer esto no por mí, sino porque ellos me lo piden.
Trato de pintar de blanco cada espacio de mi alma. Quiero cubrir con una manta lo que soy de verdad. ¿Es entendible? Creo que no, siento que estoy siendo estúpido. Si soy así como soy es por lo que ha pasado, por lo que he vivido, por la gente que me ha tirado al suelo y arrastrado cuesta abajo. Soy una persona apática, anémica, altruista ambiciosa, y ociosa. Pero también soy un ser lleno de esperanzas, pasión, metas, devoción, y energía oculta.
Entiendo perfectamente, que la nube negra que llevo sobre mi aleja a algunas personas, oscurece su visión del mundo y los hace temblar con miedo ante mi cansada mirada y esos filudos e insensibles argumentos. Comprendo que soy parte esencial de la vida de otras personas, que estoy en el centro de muchas cosas, comprendo su preocupación y sus necesidades, y aunque no las entienda, las respeto por el mero hecho de reciprocidad.
Así existo, y así aprendí todo lo que se. Estoy parado firmemente sobre la tierra porque ya camine sobre mucha mierda, y es por eso que se donde pisar, para evitar resbalarme de nuevo. Camino mirando hacia todos lados por qué no sé si este confiar en algo. No creo en la suerte, porque hace mucho que se me acabo. Llego a ser cínico o mezquino porque siento que ya no tengo tiempo para soportar a gente estúpida. Ya me jodi la vida por demasiada gente estúpida. La bilis que da vueltas dentro de mí, no es sino el resultado de mis experiencias y mi poca paciencia.
Y aun así, finjo que no soy así. Intento lanzar un hechizo blanco sobre mí, que devuelva esa risa sincera y ese optimismo muerto. Pero no puedo, el combinar blanco sobre negro jamás producirá blanco, solo un sucio y tenue gris. Un gris oscuro, como el de una rata que busca donde esconderse o que busca algo de comer entre los lugares prohibidos.
Finalmente no puedo negar quien soy, intento controlar ese animal salvaje que puedo ser, canalizar ese absurdo deseo de rebeldía perpetua contra la primera causa que encuentre, dominando ese León con hambre de carne fresca, ese animal poseído por la lujuria que duerme dentro de mí, aquel príncipe insatisfecho con el mundo, un mundo que el desprecia y que busca cambiar pese a que no le pertenece. Pero lo intento. No sé si lo intento por que realmente quiero ser mejor persona, o porque quiero ser menos negativo de lo que soy. Probablemente lo intento solo porque necesito retribuir todo lo que me han dado hasta el día de hoy, porque mi deuda con mi pequeño universo es demasiado grande, y seria mezquino de mi parte no hacer siquiera un pequeño intento.
Trato de pintar de blanco cada espacio de mi alma. Quiero cubrir con una manta lo que soy de verdad. ¿Es entendible? Creo que no, siento que estoy siendo estúpido. Si soy así como soy es por lo que ha pasado, por lo que he vivido, por la gente que me ha tirado al suelo y arrastrado cuesta abajo. Soy una persona apática, anémica, altruista ambiciosa, y ociosa. Pero también soy un ser lleno de esperanzas, pasión, metas, devoción, y energía oculta.
Entiendo perfectamente, que la nube negra que llevo sobre mi aleja a algunas personas, oscurece su visión del mundo y los hace temblar con miedo ante mi cansada mirada y esos filudos e insensibles argumentos. Comprendo que soy parte esencial de la vida de otras personas, que estoy en el centro de muchas cosas, comprendo su preocupación y sus necesidades, y aunque no las entienda, las respeto por el mero hecho de reciprocidad.
Así existo, y así aprendí todo lo que se. Estoy parado firmemente sobre la tierra porque ya camine sobre mucha mierda, y es por eso que se donde pisar, para evitar resbalarme de nuevo. Camino mirando hacia todos lados por qué no sé si este confiar en algo. No creo en la suerte, porque hace mucho que se me acabo. Llego a ser cínico o mezquino porque siento que ya no tengo tiempo para soportar a gente estúpida. Ya me jodi la vida por demasiada gente estúpida. La bilis que da vueltas dentro de mí, no es sino el resultado de mis experiencias y mi poca paciencia.
Y aun así, finjo que no soy así. Intento lanzar un hechizo blanco sobre mí, que devuelva esa risa sincera y ese optimismo muerto. Pero no puedo, el combinar blanco sobre negro jamás producirá blanco, solo un sucio y tenue gris. Un gris oscuro, como el de una rata que busca donde esconderse o que busca algo de comer entre los lugares prohibidos.
Finalmente no puedo negar quien soy, intento controlar ese animal salvaje que puedo ser, canalizar ese absurdo deseo de rebeldía perpetua contra la primera causa que encuentre, dominando ese León con hambre de carne fresca, ese animal poseído por la lujuria que duerme dentro de mí, aquel príncipe insatisfecho con el mundo, un mundo que el desprecia y que busca cambiar pese a que no le pertenece. Pero lo intento. No sé si lo intento por que realmente quiero ser mejor persona, o porque quiero ser menos negativo de lo que soy. Probablemente lo intento solo porque necesito retribuir todo lo que me han dado hasta el día de hoy, porque mi deuda con mi pequeño universo es demasiado grande, y seria mezquino de mi parte no hacer siquiera un pequeño intento.
1 repercuciones:
Ser blanco, ser negro ... yo descubrí q siempre seré gris ... q tengo tantas cosas buenas y malas x igual q es imposible encasillarme ... hay alguien bueno de todo? feliz del todo? no lo creo ... quien dice eso miente y con concha.
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