Mirando la ventana en silencio me pregunto cuánto tiempo paso desde que el castillo de cartas en el que dormía se desmorono.
Ahora en este punto de mi vida, en el cual tengo las manos vacías, pero el corazón lleno de esperanza, me pregunto qué hay detrás de esa densa neblina que me cubre los ojos. Desde que el viento se llevo mis cosas por la ventana, fumo y escribo más y mejor –en ambos casos- de lo que solía hacerlo. Desde el día en el que el paraíso se cayó por la ventana y se destruyo en mil pedazos, me di cuenta que tengo tantas cosas buenas como malas en mi interior, que tengo piezas que no funcionan correctamente en el mecanismo de mi vida, y que tenía la dirección mal puesta.
Sentado escribiendo, con la música inundando la habitación, me doy cuenta que ya nada es como antes. Yo no estoy esperando a un tren que nunca va a llegar, ya no estoy pendiente de mi correo, a ver si algún día todo se detiene y recibo ese esperado correo. Ya no hago viajes hacia Miraflores a encontrarme con mi antidepresivo, y tampoco paso los fines de semana pensando en que mientras yo haga lo que haga, aquel chico que se llevo mi corazón se encuentra encamándose con alguien más. Escribo y pienso en mi trabajo, en las cosas que voy a hacer, en los sitios a los que quiero ver. Y es que hay tantas cosas que se me quedaron atoradas en la garganta, pero son aun más la cantidad de cosas que han quedado por hacer, después de todo, este es el momento de ver solo por mí.
Termino de escribir sobre el trabajo, sobre las cosas que hago ahora. Pienso, y siento, que en este instante de mi vida, cuando estoy parado sobre los resto de sueños partidos, pensar en el pasado no sirve de nada. No le puedo dar amistad a alguien que nunca considere mi amigo, porque, entre amante y amigo hay una gran diferencia, una vez que tu amigo se vuelve tu amante, ya no hay vuelta atrás, imagino entonces, que por eso se le hace más fácil a él y al resto del mundo, encontrar un amante que casi no conoces. No puedo perdonar a alguien que no busca perdón, y puedo sentirme mal por todos mis errores, pero eso no cambia nada, no quita el hecho, de que mires con otros ojos, aunque tu alma te diga entre susurros que aun extrañas el mundo que dejaste atrás.
Las vueltas de la vida me han llevado a un lugar en el cual no creía llegar nunca, un espacio casi olvidado en el mundo que no quería recordar. En mi habitación ya hay nuevos recuerdos, hay nuevas palabras e incluso, nuevas personas. Pero a pesar de todo, guardado en una sucia y vieja caja, se ha quedado el recuerdo de lo que llevo a ser como soy. Ya no está esa mujer que camina con fuego en las manos, sin darse cuenta que quemara su propia carpa y a sus propios actores, ya no está el príncipe de espadas, con un alma mas filosa que su lengua, dispuesto a dejarse llevar por el encanto y la frivolidad, se llevo la sangre de los labios, del príncipe de cristal. Y ya no está, el rey del castillo de cartas, el dueño del corazón de cristal, se a marchado y a dejado roto el tesoro que tan bien guardo. El reino se ha cerrado para ellos, el príncipe de cristal se ha quedado sentado a los pies de las cartas regadas por el suelo, con una maraña de palabras en la garganta, pero solo una en la boca: “Termino”.
3 repercuciones:
o_o <3
estas depre lo mejor es olvidar no es fácil xo es lo q se debe hacer
Mas que depre estoy en plan reflexivo, hay varias cosas en las que me gusta pensar, indudablmente alguna de estas no son tan saludables
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