Desde hace muchos días tengo la cabeza en otros lados, los días se hacen largos o cortos, importante o ridículos, valiosos o inútiles. El tiempo siempre fue cruel, pero parece que se dedica mucho mas en esta época y cada día que pasa no puedo diferenciar bien lo que es cierto de lo que me gustaría que fuera cierto. Y es que a la gente que espera o la que busca respuestas el paso de las horas se vuelve una demencia, sobre todo cuando no hay respuesta o conocimiento cuando nadie explica nada y todo es tan incierto.
Entre el antes y el ahora, no se bien en que momento las cosas cambiaron, en que momento deje de ver las cosas de la misma manera. Cuantas veces quise hacerlo feliz, perdí la cuenta de las veces en las que quise complacerlo y entregarme por completo, con los ojos cerrados y el corazón abierto, esperaba todos los días una palabra de aliento, un te quiero disfrazado, un lo siento o lo lamento. Lo que en mi juventud me pareció amor ahora me sabe a un juego perverso, donde nunca nadie gana todo el mundo se hace daño es un lio eterno, con palabras dulces sin sentido y engaños en el nombre del amor que no sirven de verdad. Mis bolsillos ya no llevan caramelos, ni dulces ni boletos ni sueños, ahora se han enterrado cigarrillos y cuentas, papeles con palabras sin sentido. Ya no llevo mochila, todo va en un USB, y camino con las manos en los bolsillo y en la boca un cigarrillo, ya no doy saltos en la calle evitando las grietas, ahora camino con la mirada perdida entre la gente. Deje a un lado la ropa negra y compre camisetas sueltas, descubrí los bóxers y los pantalones ceñidos, queriendo cambiar cada aspecto de mi imagen para dejar el pasado en el olvido. No intento verme lindo o amable ahora ha dejado de importarme y es que ya no tiene sentido luchar por que la gente te acepte si al final los mandas al olvido. Ahora cuido mi dinero y pago cuentas, ya no junto para hacer viajes a otros países o comprar regalos que nadie recibirá al final del día.
Los días en los que escribía sobre amores y fantasías se ven ahora tan lejanas, ahora solo hago recuentos de daño, cuento historias amargas y recuerdo que he perdido mi destino. Ya no creo que estoy enamorado, creo que es solo la secuela de una obsesión, no encuentro ya románticos los mensajes anónimos, los veo como una especie de recordatorio, un acto de locura y cobardía. Hace mucho deje de sentarme a la mesa con mi familia, ahora me siento a comer solo en la calle o en casas ajenas, por que ya deje de tenerle miedo a estar solo o perdido, y ahora me siento perdido cuando no estoy solo. Mi cuerpo ya no tiembla de emoción a leer historia de romance o des amor, ahora solo pienso en hacia donde me toca ir y por donde ir, cambie los cuentos de ficción por historias llenas de misterio o desesperación. A mis amigos de la infancia los deje atrás, aunque allí están los insistentes los que se aferraron a mí como valientes que no temen al desastre que me envuelve y es que ya no busco gente con mis intereses busco gente que me ayude a crecer, que me escuche y me soporte.
Deje de confiar en mi intuición y me entregue a pelear y luchar con la razón. No soporto mi pasado aunque a pesar de todo sigo pensando que gran parte de quien era se ha quedado allí, que las respuestas se encuentra ocultas entre memorias que repaso y recuerdo sin encontrarle un buen sentido. Y es que hace unos años cada una de las palabras me sabía a cielo, a dulzura y ambrosia, pero ahora no, solo las veo como cobardía como una falta de respeto e hipocresía por lo fácil que resulta escudarse en canciones y prometer futuros que nunca llegaran. Y ahora ya no es como antes, en estos días la conciencia habla casi tan alto como mi demencia pero ahora dudo que me ames incondicionalmente como solía hacerlo, ahora solo ciento tus palabras muy vacías sin sentido y sin fundamento
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHu5jZ5KOBVhccTUnj8oLYDELWw-F66nntwo2oA8xmZDMC4RFUwbUqukW0QMGxhmTpFk2S1vH0EYDkq3IrFMt7x_LNzT8Q12BdDyeN4CMStRAoFmXfgqiAsie4Uz7qOJBdapcRLLzuIYA/s400/5214441985_b85631912c_z_large.jpg)
Y es que aprendí, que el amor no se repite que caduca con el tiempo, que las sobras no me llenan que ocultarse y ser tratado como una vergüenza no es algo que merezca aunque fuera en el nombre de un amor que nadie ve. Y es cierto que lo extraño a veces un poco mas, a veces un poco menos, pero su recuerdo ya no me calienta no me provoca o alimenta, el deseo por su cuerpo se apaga, ni la lujuria ni el morbo se mantiene, el hambre por sus besos, palabras, voz y aliento se va apagando y enmudeciendo, aunque la verdad no estoy seguro si es bueno o malo, pero estoy mas que seguro, que lo que queda de nosotros de quienes fuimos y de quienes se amaron no alcanza para esperar, para escuchar, para enfrentar al mundo o retomar lo perdido. Pase día tras día esperando que volviera, que hablara, un mes entero el uno frente al otro y una pared de mentiras entre los dos, apagando ese deseo incontrolable por amar, por tomar, por tener lo que todo el mundo me negaba, por tenerlo a el, por hacerlo completamente mio recuperando lo que perdí y así hacerle el amor todas las veces que fuera necesaria para que solo quedaran su esencia y la mía envueltas para siempre. Ahora no, ahora lo veo lejos, resulta que ya las ganas no me dan para correr o perseguirlo sin un fin o motivo ya no puedo o no quiero esperar noche tras noche cosas que no van a pasar.
Pero no soy solo yo el que cambio, entre el antes y el ahora la distancia empezó a importar, el dinero se volvió prioridad, la vida fácil le gano a los sueños difíciles pero sobre todo el cansancio puedo mas que los recuerdos. El ahora es crudo y difícil pero a la vez lleno de oportunidades, el presente esta lleno de trabajo, de entendimiento de compresión, y sobre todo de secuelas del ayer, que estaba lleno de problemas y obstáculos pero sin lugar a dudas repleto de esperanza, de amor, de fuerza y de comprensión. Quizás jamás comprenda por que si sobrevivimos al ayer no pudimos mantenernos fuertes en el presente, o tal vez por que todo tuvo que irse a la mierda para que todos valoráramos lo que se quedo atrás, lo que fuimos, lo que amamos y lo que pedimos. Sin embargo aunque el presente es incierto, aunque no me termino de acomodar a los espacios vacios que mantengo, y aunque cada vez me alejo mas de lo que alguna vez me dio la vida la seguridad y estabilidad de la que tanto me pavonee durante tantos años, creo que estoy cerca cada vez un poco mas cerca de escapar, de mi mismo y sobre todo, de mi ayer.
Entre el antes y el ahora, no se bien en que momento las cosas cambiaron, en que momento deje de ver las cosas de la misma manera. Cuantas veces quise hacerlo feliz, perdí la cuenta de las veces en las que quise complacerlo y entregarme por completo, con los ojos cerrados y el corazón abierto, esperaba todos los días una palabra de aliento, un te quiero disfrazado, un lo siento o lo lamento. Lo que en mi juventud me pareció amor ahora me sabe a un juego perverso, donde nunca nadie gana todo el mundo se hace daño es un lio eterno, con palabras dulces sin sentido y engaños en el nombre del amor que no sirven de verdad. Mis bolsillos ya no llevan caramelos, ni dulces ni boletos ni sueños, ahora se han enterrado cigarrillos y cuentas, papeles con palabras sin sentido. Ya no llevo mochila, todo va en un USB, y camino con las manos en los bolsillo y en la boca un cigarrillo, ya no doy saltos en la calle evitando las grietas, ahora camino con la mirada perdida entre la gente. Deje a un lado la ropa negra y compre camisetas sueltas, descubrí los bóxers y los pantalones ceñidos, queriendo cambiar cada aspecto de mi imagen para dejar el pasado en el olvido. No intento verme lindo o amable ahora ha dejado de importarme y es que ya no tiene sentido luchar por que la gente te acepte si al final los mandas al olvido. Ahora cuido mi dinero y pago cuentas, ya no junto para hacer viajes a otros países o comprar regalos que nadie recibirá al final del día.
Los días en los que escribía sobre amores y fantasías se ven ahora tan lejanas, ahora solo hago recuentos de daño, cuento historias amargas y recuerdo que he perdido mi destino. Ya no creo que estoy enamorado, creo que es solo la secuela de una obsesión, no encuentro ya románticos los mensajes anónimos, los veo como una especie de recordatorio, un acto de locura y cobardía. Hace mucho deje de sentarme a la mesa con mi familia, ahora me siento a comer solo en la calle o en casas ajenas, por que ya deje de tenerle miedo a estar solo o perdido, y ahora me siento perdido cuando no estoy solo. Mi cuerpo ya no tiembla de emoción a leer historia de romance o des amor, ahora solo pienso en hacia donde me toca ir y por donde ir, cambie los cuentos de ficción por historias llenas de misterio o desesperación. A mis amigos de la infancia los deje atrás, aunque allí están los insistentes los que se aferraron a mí como valientes que no temen al desastre que me envuelve y es que ya no busco gente con mis intereses busco gente que me ayude a crecer, que me escuche y me soporte.
Deje de confiar en mi intuición y me entregue a pelear y luchar con la razón. No soporto mi pasado aunque a pesar de todo sigo pensando que gran parte de quien era se ha quedado allí, que las respuestas se encuentra ocultas entre memorias que repaso y recuerdo sin encontrarle un buen sentido. Y es que hace unos años cada una de las palabras me sabía a cielo, a dulzura y ambrosia, pero ahora no, solo las veo como cobardía como una falta de respeto e hipocresía por lo fácil que resulta escudarse en canciones y prometer futuros que nunca llegaran. Y ahora ya no es como antes, en estos días la conciencia habla casi tan alto como mi demencia pero ahora dudo que me ames incondicionalmente como solía hacerlo, ahora solo ciento tus palabras muy vacías sin sentido y sin fundamento
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Y es que aprendí, que el amor no se repite que caduca con el tiempo, que las sobras no me llenan que ocultarse y ser tratado como una vergüenza no es algo que merezca aunque fuera en el nombre de un amor que nadie ve. Y es cierto que lo extraño a veces un poco mas, a veces un poco menos, pero su recuerdo ya no me calienta no me provoca o alimenta, el deseo por su cuerpo se apaga, ni la lujuria ni el morbo se mantiene, el hambre por sus besos, palabras, voz y aliento se va apagando y enmudeciendo, aunque la verdad no estoy seguro si es bueno o malo, pero estoy mas que seguro, que lo que queda de nosotros de quienes fuimos y de quienes se amaron no alcanza para esperar, para escuchar, para enfrentar al mundo o retomar lo perdido. Pase día tras día esperando que volviera, que hablara, un mes entero el uno frente al otro y una pared de mentiras entre los dos, apagando ese deseo incontrolable por amar, por tomar, por tener lo que todo el mundo me negaba, por tenerlo a el, por hacerlo completamente mio recuperando lo que perdí y así hacerle el amor todas las veces que fuera necesaria para que solo quedaran su esencia y la mía envueltas para siempre. Ahora no, ahora lo veo lejos, resulta que ya las ganas no me dan para correr o perseguirlo sin un fin o motivo ya no puedo o no quiero esperar noche tras noche cosas que no van a pasar.
Pero no soy solo yo el que cambio, entre el antes y el ahora la distancia empezó a importar, el dinero se volvió prioridad, la vida fácil le gano a los sueños difíciles pero sobre todo el cansancio puedo mas que los recuerdos. El ahora es crudo y difícil pero a la vez lleno de oportunidades, el presente esta lleno de trabajo, de entendimiento de compresión, y sobre todo de secuelas del ayer, que estaba lleno de problemas y obstáculos pero sin lugar a dudas repleto de esperanza, de amor, de fuerza y de comprensión. Quizás jamás comprenda por que si sobrevivimos al ayer no pudimos mantenernos fuertes en el presente, o tal vez por que todo tuvo que irse a la mierda para que todos valoráramos lo que se quedo atrás, lo que fuimos, lo que amamos y lo que pedimos. Sin embargo aunque el presente es incierto, aunque no me termino de acomodar a los espacios vacios que mantengo, y aunque cada vez me alejo mas de lo que alguna vez me dio la vida la seguridad y estabilidad de la que tanto me pavonee durante tantos años, creo que estoy cerca cada vez un poco mas cerca de escapar, de mi mismo y sobre todo, de mi ayer.
Una cancion de antes, de la epoca de la incondicionalidad
Y una del ahora. En los tiempos de inconsistencias
Y una del ahora. En los tiempos de inconsistencias