Hipocritas Anonimos [Fragmneto Aleatorio #22]

Son aproximadamene las 3 de la tarde. Leandro da un sorbo de su taza silenciosamente. Es uno de esos fines de semana que parecen no tener motivo de ser. Sebastian no esta (y no sabe por que, aunque realmente no le interesa) y tiene aproximadamente 3 horas de tarea por delante. Tampoco le interesa.

Es sabado, y en teoria, para cualquier adolescente normal, un sabado implica relajacion y tranquilidad. Para el no, para el implica tomar todo el tiempo de Sebastian para si, al fin y al cabo es la unica persona que le importa, es la unica persona con la que puede mantener una conversacion de mas de 5 minutos sin estallar. Los sabados significan varias cosas fuera de lo que Leandro quiera o no quiera percibir, la primera que tiene que hacer (o copiar) toda esa tarea acumulada, la segunda que si Sebastian no esta puede salir y hacer lo que le plazca, la tercera que tendra que soportar los arranques alcoholicos de su padre o su abuelo, la cuarta que tendra que comer las sobras del viernes a menos que los animos esten lo suficientemente animados como para ordenar algo de comer, la quinta y tal vez la mas importante es que en teoria, puede socializar o no, puede cumplir uno que otro de sus deseos (o necesidades) siempre y cuando este lo suficientemente alejado o solo.

El muchacho sigue escribiendo cosas que no recordara en unos años, que probablemente no recuerde el proximo mes, pero que tiene que. Aunque Sebastian es la persona que ama, no es la persona que lo complace, no es lo que el quiere. Leandro quiere algo que desafie la logica y las posibilidades, algo que sea como el anhela casi psicoticamente, una solucion magica y un principe de cuento de hadas, colocando la carga del mundo sobre Sebastian, colocando el peso de un pasado y una sucesion de hechos de la cual su lejano amante no es culpable, quiere una utopia, quiere un sueño que no merece.

Son las 4.50 pm y Sebastian sigue sin aparecer, su padre a salido, lo cual implicara problemas mas tarde, por ahora no, por ahora no le preocupa o no le interesa lo que pase en un par de horas. Hay alguien mas conectado en su messenger, el tendra que servir por el momento. El tendra que ser de utilidad hasta que Sebastian se digne a aparecer

Son las 8.30 PM, Leandro piensa en muchas cosas en las que no deberia pensar, o mas bien cree que piensa, pero solo las revisa metodicamente en su egoista mente, "piensa" en consecuencias, reacciones, actos, pero no mide el por que y el para que de estos. No es sensible, no es considerado, solo piensa en lo que el necesita y en lo que el quiere.

-Si no pienso en mi ¿Quien lo hara?

La musica melodramaticamente deplorable sigue sonando, sus cuadernos estan tirados por otro lado, ya no espera a Sebastian por que este necesitado de verlo y decirle cuanto lo ama. Lo espera por que quiere hacerle un drama, por que quiere quejarse y renegar, por que necesita discutir y demostrar lo triste y depresiva que puede ser su existencia, almenos bajo su concepcion. Pero alguien se le adelanta, Hay gritos molestos y ladridos de perro, ahora el miedo bloquea su mente. No quiere mas gritos o mas peleas, por mas ridiculo que sea, sigue siendo una persona, por mas dramatico que sea, a veces su drama tiene razon de ser. Los gritos y ladridos se calman un poco, guarda silencio y tiembla ligeramente.

-Si me quedo callado -se repite en silencio- no me golpeara, si me quedo callado, no me golpeara...

No pasa nada mas que uno que otro grito molesto, luego silencio. Sebastian aparece en el messenger y Leandro corre a hablarle, no le recrimina nada, solo habla con el y le dice lo mucho que lo extraño. Es necesario el miedo para recordarle lo fragil que es su "comodidad" y lo poco que tiene de su lado. Aun siendo una persona estupida, sabe que hay cosas que merece y cosas que no.

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