¿Que ha pasado contigo, que has perdido desde la última vez?
¿Quien te arranco la magia de las manos?
¿A dónde te fuiste, con quien te fuiste, porque te fuiste?
¿Y al final donde quedo la esencia que te rodeaba, el aire con el que volabas entre historias?
Vuelves al inicio de una vieja jornada. Tan cansado y tan gris como siempre, con tus ojos escondidos detrás de tu cabello y tu corazón cerrado contra el mundo entero. Volviendo a caminar sobre la tierra, sin dar saltos entre espacio y espacio. Ya no eres el caballero que mataba dragones en nombre de la esperanza, y tu armadura ya perdió el polvo de estrellas que la hacía brillar entre la noche. Y no sabes si la magia sigue siendo parte de ti, si es que esta escondida en el fondo de tu ser, o si es que tal vez todo fue parte de tu imaginación.
La espada que clavaste en tantas noches frías, ahora esta oxidada y quebrada, teñida de la negra sangre del cielo que desgarraste. Tus manos llenas de heridas, de cortes y remordimiento se entierran entre tus bolsillos. Ya no hay armaduras, ni espadas para defenderte, solo te quedas tu mismo, buscando abrirte paso hacia el futuro. Desgarrando el mundo con tus heridas y tristes manos.
En el vacío en el que desapareces, al fin llega la calma, el silencio, la paz. Con el silencio, llega la paz, con la paz, la soledad, y con la soledad, el silencio. No hay más gritos lejanos que te despierten del letargo al que dedicas tus días libres. Se acaban los sonidos chirriantes que no te dejan cerrar los ojos. Y te acabas tú, te terminas, te extingues, desapareces.
Y el viento lleva el recuerdo de la magia que alguna vez tuviste, de los sueños que perdiste y de los besos y caricias que nunca diste.
Perdiendo la magia
Shin | 11:24 | Bad day, Ficcion, Introspeccion, Personal | 0 repercuciones
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