Un mundo completamente nuevo

Cronologicamente estos hechos toman lugar hace aproximadamente 10 dias.




El estira su mano y toca mi cara, me acaricia con la suavidad que lo caracteriza, no sonrió, pero me siento bien en el fondo, como si lo que queda del fuego que teníamos chispeara. ¿Pero para qué? Si los dos sabemos que solo es caminar en el vacío




Hay cambios violentos en el universo, y resultaría imposible decir que mi propio mundo no esta convulsionándose. Me ha tocado recoger los pedazos de mi historia incompleta, y me he cortado las manos con mis pedazos como quien recoge pedazos de un espejo roto, desangrándome en remordimiento, porque es difícil tratar de no lastimarme mientras intento guardar lo bueno que queda de mi tras el derrumbe. Y como cualquier persona que se ha cansado de romper en lágrimas y arrancarse la piel, me he visto en un espejo y me dije “¡Que estúpido soy!”. Así que me levante, mire a la calle y me quite de encima el peso de una culpa compartida que nadie quiere cargar

Es viernes por la tarde, y luego de pelear con mis fantasmas durante horas innecesarias, no queda otra que salir a la calle, con la cabeza en alto y el corazón paralizado. No sé si estoy listo para reinventar me por completo, pero me atrevo, y sentados tomando un café hablamos. El me pregunta que ha sido de mí, si es que estoy bien. Le digo que no, que no estoy bien. Me mira con ternura y nostalgia, como si quisiera besarme delante de todas esas viejas y gente adinerada.

-Alex, No hay razón para que te pongas así
-Tú no entiendes, pero tampoco es que quiera que lo hagas, no vine contigo para eso
-Si lo hago, solo que tú no te dejas ayudar. Tú sabes que puedo hacer por ti.
-Esa no es la respuesta a mi problema

El estira su mano y toca mi cara, me acaricia con la suavidad que lo caracteriza, no sonrió, pero me siento bien en el fondo, como si lo que queda del fuego que teníamos chispeara. ¿Pero para qué? Si los dos sabemos que solo es caminar en el vacío. No quiero nada con él, pero él quiere algo conmigo, porque así son las cosas. Cuando menos quieres algo más pasa.

-Vamos a tu casa.
-No, no tenemos nada que hacer en mi casa
-Quiero estar contigo un rato más, vamos, estamos cerca ¿No? Hace mucho no subo a tu habitación, déjame hacerlo siquiera hoy.

Sabe que estoy cansado, que no quiero ver a nadie, pero sabe también que voy a decirle que sí. Nos levantamos y miro hacia otro lado, no quiero verlo a la cara, no quiero estar con él, no quiero escuchar su voz. Pero el esta mas consiente que yo, es más fuerte y nos vamos a mi casa, pensando cada uno en cosas distintas. Estamos en el bus, juntos, y yo miro por la ventana. ¿Cuántos hombres han pasado por mi vida ya?

Esta Fabián, que no se si se acuerde de mi, uno de los primeros. Recuerdo las tardes tirados en el parque comiendo algodón dulce junto, sonriéndonos. Algunas cosas están mejor cuando nunca suceden, lo nuestro nunca se concreto, quizás fue mejor así. Hace unos meses lo vi, esta más grande que yo y al parecer más feliz. Y hasta me atrevo a decir que hasta mas gay que yo.

Después de él, este Miguel, que ahora se dedica a predicar cristianismo por todas partes. Éramos tan niños y tan diferentes, algunas cosas se estrellan y arden. Así fue nuestra relación, un estallido innecesario en medio de la ciudad. Y cuando el fuego se disipo no quedo nada. Y quizás es mejor así.

Tras ellos dos, llego él. Pero no voy a hablar de él aun. ¿Para qué?

En el historial de mis tiempos ligeros y perdidos también esta Eric. Eso fue rápido y cómodo, para los dos, el tipo de cosas que nunca espere hacer. Nos besamos y la pasamos bien, era más que suficiente para llenar el vacío que teníamos los dos, tanto en nuestro cerebro como en nuestros corazones. De vez en cuando hablamos y nos hacemos bromas tontas. Lo quiero mucho aunque el parece no darse cuenta de lo importante que es para mí. Mucha gente parece no darse cuenta de que tienen un espacio en mi corazón.

El autobús avanza, el me mira con una sonrisa que no le devuelvo. “Vas a estar bien” no le creo, no puedo hacerlo o no quiero.

El amor no muere de un día para otro, pero cuando las cosas son arrancadas de tus manos, no queda nada más que sostenerte a los recuerdos. Es tarde para arrepentirse, pero es mas tarde para quedarse en el suelo


Cuando lo conocí, el tenia 15 años y yo 17, las cosas estaban medias caóticas en mi vida, quizás un poco más que esta vez. Ni yo sabía quién era, ni el sabia que quería. Con el tiempo y la edad nos fuimos dando cuenta de muchas cosas. Pero nos separamos, porque no podíamos tenernos, mi amor era muy fuerte, y su calentura también. Con el tiempo, cuando ambos ya no teníamos ni lo uno, ni lo otro nos encontramos. En la época más complicada de nuestra existencia él se refugió en mí. ¿Y yo? Yo solo me acomode junto a él viendo la vida pasar. ¿Cuántas personas no han encontrado la calma haciendo nada con alguien? No lo sé, pero sus besos sinceros y de agradecimiento eran suficientes para adormecerme y mandarme a dormir. Las cosas no siempre se alinearon, y nos distanciamos cuando cada uno recupero lo que había perdido. Ahora, casi un año después. El vuelve a refugiarse en mis brazos tras mucha insistencia, y yo con más desgano que pasión le devuelvo los cariños que me hace.

Estamos en la puerta de mi casa. El sonríe, yo no lo hago “Intenta sonreír un poco ¿Quieres?” lo miro y con una chispa de mi personalidad normal el digo “Solo si tú me haces sonreír”.
Recuerdo entonces cuando me insistía frenéticamente por verme, y yo entre mi horario cansado y mis tiempos prestados me cruzaba con él. Solo para oírlo hablar y hablar, y mirarlo con una ternura, como quien mira a un cordero que se acerca a su muerte. Ya no podía sentir nada por el ¿Para qué? ¿Por qué cambiaria lo que me hace ser diferente por algo que no es más que una diversión sin sentido?

Entramos a mi casa y vamos a mi cama. No tengo muchas ganas de hacer nada y me tiro a la cama. El se echa junto a mi “Hace mucho no estábamos aquí”, lo miro y por esos impulsos de tristeza le beso la mejilla “No, hace mucho que no”, el sonríe con esa sonrisa de Estas haciendo lo que quiero. Y tiene razón, pero ahora no me importa, ahora que me siento cansado fisca y emocionalmente, dejo que me abraze y empezamos a hablar sobre mí. Sobre que estoy haciendo con mi vida y que planeo hacer ahora.

Y es ahora cuando me toca hablar de él, de Dai. ¿Acaso no lo extraño? Claro que si, el amor no muere de un día para otro, pero cuando las cosas son arrancadas de tus manos, no queda nada más que sostenerte a los recuerdos. Es tarde para arrepentirse, pero es mas tarde para quedarse en el suelo. No quiero mirar atrás, pero todos los días, dejare mi ventana abierta, esperando que algún día, lo que tu sentiste por mi vuelva volando, vuelva lleno de magia. Para devolverme la magia que perdí.

La noche pasa y Renzo se queda dormido en mi cama, con su rostro pegado en mi almohada. Me moví para caminar y encontrar agua. Ya es de noche, o de madrugada, no lo se, llevamos mucho ratos envueltos conversando de nada. Tengo su sabor mezclado con la Coca Cola en mis labios, tengo el corazón calmado, mi cuello marcado con sus labios y mi camiseta mal puesta, pero sobre todo la ventana abierta, esperando que lo que se fue regrese por alli.

Veo a Renzo dormir en mi cama, plácidamente. Siento que esto es la última prueba de que tengo que retomar todo. No estoy hecho de concreto, mi corazón no es de piedra, no siempre tengo todas las respuestas, no puedo resistir el constante martilleo en mi cabeza con su nombre, no puedo seguir dejandome de lado.Mañana será un día completamente nuevo, no puedo mirar atrás, no puedo seguir refugiándome en Renzo, no puedo tener el tiempo, y tampoco puedo seguir esperando las cosas. Mis manos cortadas, mis labios manchados y mis ojos cansados están dispuestos a empezar de nuevo. Es un mundo completamente nuevo, tras el holocausto, un mundo en el cual no voy a cometer los mismos errores de siempre.

1 repercuciones:

Anónimo dijo...

algun dia cuando todo sea mas facil regresare por ti