
Volvía a casa, y por esas cosas del destino, mientras miraba por la ventana alguien que se parecía mucho a ti se sentó a mi lado. Mi primera reacción fue “Estoy alucinando de nuevo”, pero no, era alguien tan parecido a ti, que no sabía si besarlo en ese instante o golpearlo. Debo habérmele quedado mirando mucho rato por que cuando volteo me miro algo asustado. Devolví mi mirada a la ventana y sonreí en silencio. Sonreí por que solo yo sabía que pasaba.




