Quiero levantarme y decirle al mundo cuanto te amo.
Quiero cantar con el viento nuestracacion
Voy a pararme al filo de mi ventana
Voy a cerrar los ojos y decir tu nombre
Dejare que mi corazon lata a mil por hora
Y esperare por siempre el momento
Mi corazon ya esta cansado de tanto latir
Mis huesos pesan con los años
Mi esperanza se rehuza a morir.

1 repercuciones:

Manuel Cadenas Mujica dijo...

Estimado Alejandro: Reclamaste que no haya revisado tu blog, pero quería hacerlo con calma. Ya lo hice, y si algo envidio de tu pluma es esa salvaje honestidad con la que te expones al mundo. Sábato dice que un gran escritor no es un artífice de la palabra, sino un gran hombre que escribe. La honestidad intelectual es un camino hacia esa grandeza, porque te libra del vicio de la banalidad, esa tentación de creer trascendente lo meramente anecdótico. Para bien o para mal, ser escritor es despellejarse públicamente, es un acto de desvergüenza que, a veces, alcanza incluso a quienes no tienen que ver directamente con esa necesidad: tus padres, tus amigos, tus íntimos, todos aquellos contra quienes cometes la desfachatez de tantas infidencias. Y en ese desollamiento se sangra y se desangra, como decía un viejo músico llamado Charly García cuando era un hombre medianamente lúcido y alucinado. Escribe hasta la médula. No pares hasta el fondo. Llega al útero de la palabra, a su fondo abismal aunque debas hundirte en él. Pero no hagas literatura para cuervos, que sólo se alimenta de carroña. No busques oscuridad: busca luz, palabras que destellen hasta el infinito. Un abrazo, Manuel Cadenas.